Doctrina estratégica

La estrategia de las dos fases del artículo 18 de Roma II

Cómo ganar la primera batalla (la acción directa) y no perder la segunda (los límites de la póliza).

El artículo 18 es una puerta de acceso para la víctima, no un cheque en blanco: la ley del daño abre el juicio, la póliza define la indemnización.

¿Por qué es importante?

Entender el Artículo 18 del Reglamento (CE) n.º 864/2007 (Roma II) como un simple "derecho a demandar" es un error de principiante. Es una norma que crea un campo de batalla de dos fases, una doctrina blindada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

Litigar sin entender esta dualidad es ir a la guerra con la mitad del plan de batalla. Para el demandante, es ganar el acceso a la fortaleza y morir en los pasillos. Para el demandado, es rendirse en las murallas sin saber que tiene la ventaja en el interior. Este es el mapa del campo de batalla, aplicable a cualquier daño extracontractual, desde un accidente de tráfico hasta un producto defectuoso.

La doctrina vinculante: el TJUE forja las dos fases

Cualquier debate sobre el poder del Artículo 18 fue zanjado por la Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Primera) de 9 de septiembre de 2015, Eleonore Prüller-Frey contra Norbert Brodnig y Axa Versicherung AG, asunto C-240/14, ECLI:EU:C:2015:567. Esta sentencia no es una opinión. Es la ley de la Unión.

El TJUE estableció la división estratégica del litigio con una precisión quirúrgica:

Fase 1: Admisibilidad (La Llave de la Víctima)

Esta fase responde a la pregunta: ¿Puede la víctima demandar directamente a la aseguradora? El TJUE establece que la ley del contrato de seguro no puede impedirlo. El argumento se blinda con la propia voz del Tribunal:

"A este respecto, la ley aplicable al contrato de seguro de que se trata no puede obstaculizar que se ejercite una acción directa, en su caso, sobre la base de la ley aplicable a la obligación extracontractual." (Apartado 44, STJUE Prüller-Frey)

La frase "no puede obstaculizar" es la clave. El TJUE anula cualquier poder de veto de la póliza. Si la ley del daño (lex causae) permite la acción directa, la puerta está abierta.

Fase 2: Alcance (El Escudo del Asegurador)

Esta fase responde a la pregunta: Una vez admitida la demanda, ¿qué se discute? El TJUE establece que la discusión se rige por las reglas del contrato de seguro. De nuevo, la justificación es la propia sentencia:

"Ahora bien, el derecho de la persona perjudicada a ejercitar una acción directamente contra el asegurador [...] carece de incidencia sobre las obligaciones contractuales de las partes del contrato de seguro de que se trate." (Apartado 42, STJUE Prüller-Frey)

La frase "carece de incidencia sobre las obligaciones contractuales" es el fundamento del escudo del asegurador. El hecho de que la víctima haya usado la "llave" de la ley del daño para entrar no anula los términos de la póliza. Los límites de indemnización, las franquicias y las exclusiones siguen rigiéndose por el contrato de seguro y su ley aplicable.

El manual de campo para el demandante

Tu estrategia no termina al conseguir que admitan la demanda. Apenas empieza.

Usa el Artículo 18 como ariete. Tu primer objetivo es asegurar la admisibilidad. Fundamenta tu acción directa en la ley del lugar del daño (lex causae), determinada por el Artículo 4 o 5 de Roma II. Esta es tu vía de acceso.

Cita Prüller-Frey como fundamento. Utiliza el apartado 44 de la sentencia del TJUE para demoler cualquier argumento de la aseguradora basado en la ley de su contrato para negar la admisibilidad. Es un argumento de autoridad contra el que no hay defensa.

Anticipa la segunda batalla. Una vez admitida la acción, el foco cambiará a la póliza. El asegurador argumentará los límites y exclusiones de su contrato. Debes estar preparado para combatir la interpretación de esa póliza, incluso si se rige por una ley extranjera.

El manual de campo para el demandado

Tu defensa no termina si admiten la acción directa. Apenas empieza.

No luches batallas perdidas. Oponerse a la admisibilidad de la acción citando tu póliza es argumentar directamente contra la doctrina del TJUE. Es una estrategia condenada al fracaso que consume recursos y destruye tu credibilidad.

Tu póliza es tu escudo (en la Fase 2). Tu verdadera defensa comienza una vez la acción es admitida. Fundamenta toda tu estrategia en los límites, franquicias y exclusiones de tu contrato, citando el apartado 42 de Prüller-Frey.

Prueba los hechos, no solo invoques la doctrina. No basta con alegar un límite de indemnización. Debes probar con documentos las otras reclamaciones y los pagos que lo consumen. Una cláusula sin prueba fáctica es un escudo de papel.

El estándar

El abogado generalista ve el Artículo 18 como una simple regla sobre la acción directa. El estratega ve un campo de batalla de dos fases, definido y blindado por el TJUE.

La primera fase se gana con el rigor del Derecho de la Unión. La segunda, con el dominio del derecho contractual y la carga de la prueba.

Dominar esta dualidad no es una opción. Es la disciplina que separa una victoria pírrica de un resultado estratégico. Es el estándar.

Doctrina en acción: el Veto fallido de Allianz

La Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid 590/2019 es el caso de libro donde la aseguradora intentó ignorar esta dualidad. Allianz centró su ataque en la Fase 1 (Admisibilidad), alegando que su ley contractual (Alemana) vetaba la acción, ignorando que el Art. 18 y la doctrina Prüller-Frey habían abierto la puerta.

El error estratégico de Allianz fue intentar cerrar la puerta que el TJUE había abierto, costándole la posibilidad de defender el Alcance.

Para ver cómo la defensa contractualista fue aniquilada por la "o" del Artículo 18 y cómo el tribunal aplicó esta doctrina, lee la deconstrucción completa del caso: El error de 307.808 € por ignorar la ley del daño.


Fuente primaria analizada

  • TJUE (Asunto Prüller-Frey)
    STJUE, 9 de septiembre de 2015, Prüller-Frey, asunto C-240/14,
    ECLI:EU:C:2015:567.
    Ver en EUR-Lex

Advertencia Estratégica

Este análisis es una herramienta de deconstrucción, no un asesoramiento legal para tu caso.


Cada expediente tiene sus propios matices. Aplicar este patrón sin una evaluación completa de los hechos y la prueba es un riesgo. Un detalle que pasas por alto puede cambiarlo todo.


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